Rutas Patrimoniales

El Poblado Ibérico se encuentra por toda la cumbre del cerro conocido como la Creueta Alta, situado a 150 metros sobre el nivel del mar. Cronológicamente, el Poblado Ibérico se sitúa entre los siglos III y I a. de C., y se puede distinguir perfectamente la muralla que lo rodeaba, y restos de torreones en algunos puntos.

Este yacimiento es por su localización, dimensiones y características defensivas un enclave estratégico de control del río Júcar, que era en aquellos días una frontera natural entre dos territorios tan importantes como la Contestania en el sur, y la Edetania en el norte.

Un camino central recorre el poblado de sur a norte, y en algunas zonas todavía se pueden ver los zócalos de las casas. Una característica peculiar del Poblado Ibérico es la gran cantidad de piedras o moles de molino que se han encontrado, casi todas estaban en el muro que los labradores hicieron para delimitar sus campos de olivares.

También han encontrado la presencia de fragmentos de cerámica ibérica de buena calidad o la presencia de hierro en restos de armas y herramientas de labrar. Sin duda, la ruta del Poblado Ibérico es un viaje al pasado donde tenemos la oportunidad de conocer parte de la historia de Antella.